Explorando los Pirineos desde Buesa: Una aventura de gravel con la AURUM MANTO

Envío gratis en pedidos a partir de 500€

Aurum Bikes

Explorando los Pirineos desde Buesa: Una aventura de gravel con la AURUM MANTO

El pueblo de Buesa, situado sobre el Valle del Ara y considerado una puerta natural hacia Ordesa y Monte Perdido, es uno de los enclaves más inspiradores para el gravel en los Pirineos. Niebla, humedad y pistas forestales firmes crean el escenario perfecto para quienes buscan algo más que velocidad.

Para Héctor y Rosalía, dos ciclistas que pasan gran parte de la temporada compitiendo en carreras de gravel y carretera, esta zona ofrecía una oportunidad distinta: dejar a un lado los tiempos y las clasificaciones y disfrutar de la montaña con sus AURUM MANTO.

Aunque la MANTO nació para el fast gravel, es en este tipo de aventuras donde muestra toda su esencia: eficiente cuando hace falta, estable cuando el ritmo baja y precisa sobre la grava húmeda que caracteriza esta región pirenaica.

Un terreno perfecto para el gravel

Los alrededores de Buesa destacan por sus pistas húmedas y compactas, que ofrecen agarre, control y una lectura muy fiable del terreno. En cuestión de minutos, el paisaje cambia de bosques cerrados a miradores amplios, y de senderos estrechos a descensos fluidos.

Para Héctor, Rosalía y sus AURUM MANTO, este terreno fue la mezcla ideal entre desafío, diversión y libertad.

AURUM MANTO: Nacida para el fast gravel, perfecta para explorar

Diseñada para ofrecer rendimiento en fast gravel, la AURUM MANTO combina reactividad, eficiencia y estabilidad. Pero su verdadera versatilidad se aprecia fuera de competición.

Durante esta salida, la MANTO demostró su capacidad para adaptarse:

  • ágil en pistas compactas,
  • estable en zonas húmedas,
  • eficiente en las subidas largas,
  • segura en transiciones pedregosas.

Como ciclistas competitivos, Héctor y Rosalía están acostumbrados a perseguir números. En esta ocasión, la MANTO les permitió disfrutar de una forma de rendimiento diferente: la que surge del equilibrio, del ritmo natural y de la conexión con el entorno.

Dos ciclistas, una ruta más allá de la competición

Salieron al amanecer, mientras la niebla descendía sobre los valles de Ordesa. En lugar de marcar un ritmo rápido, dejaron que fuese el terreno quien lo decidiera. Los sonidos del bosque, el olor a tierra mojada y la textura de la grava bajo sus ruedas marcaron el pulso de la jornada.

En las rampas sobre Buesa, el camino se estrechó y la pendiente aumentó. Esta vez no aceleraron: frenaron, observaron y disfrutaron. Pedalear por placer exige otra mentalidad, y ambos la abrazaron con naturalidad.

A media mañana, un claro entre la niebla dejó ver las paredes de Ordesa. Se detuvieron —una pausa que el paisaje casi obligaba a tomar— antes de continuar explorando nuevas pistas pirenaicas.

La belleza de rodar sin mirar el reloj

Durante todo el día, la AURUM MANTO les ofreció algo que a menudo queda eclipsado en competición: presencia.

No velocidad.

No clasificación.

Solo disfrute.

Cuando regresaron a Buesa, cubiertos de barro y polvo pirenaico, Héctor y Rosalía sintieron la satisfacción de otro tipo de logro: uno que se mide en experiencia, no en segundos.

AURUM MANTO: velocidad cuando la necesitas, libertad cuando la buscas

Tanto para competir como para explorar sin prisa, la MANTO demuestra su capacidad en cualquier tipo de terreno. En los Pirineos reveló otra faceta: la de una bicicleta que rinde al máximo cuando se le exige, pero que brilla aún más cuando el objetivo es simplemente descubrir.