Cómo convertir tu bicicleta de ruta en una bicicleta gravel

No exactamente.

No se trata de hacer que tu bici de carretera deje de serlo para convertirse en una bici gravel. Lo que podemos hacer, y de lo que hablamos en este post, es ejecutar algunas modificaciones en tu bicicleta para poder utilizarla tanto en rutas y senderos como en carretera. Es decir, te indicamos qué modificaciones hacer para poder utilizar tu bici en carretera y en otros terrenos. ¡Te contamos cómo!

Los elementos de una bici que podemos modificar para adaptarla y utilizarla como bici de gravel son las ruedas, el cuadro, la transmisión, el manillar y los frenos. A continuación te explicamos de forma detallada qué debes tener en cuenta de cada uno de estos elementos para poder aplicar dicho cambio de forma efectiva.

Un cambio de ruedas en una bici de carretera no siempre es posible, ya que depende de un elemento externo: el paso de rueda. Para hacernos una idea, las cubiertas de las bicis de carretera son de unos 23–28 mm, así que en gravel podemos utilizar neumáticos de entre 40 y 45 mm de ancho, siempre que el paso de rueda lo permita.

Hacer un cambio de ruedas es necesario para convertir una bici de carretera en gravel, ya que en caminos y senderos se recomienda utilizar ruedas más anchas, para que el riesgo de pinchazo sea menor.

Usualmente no es necesario hacer cambios sobre el cuadro, tan solo unas ligeras modificaciones para evitar que la pintura se raye: protegerlo con pegatinas o con goma para evitar que el roce de la cadena no haga daño a la estructura, o que las piedras que saltan del camino no hagan daño a la estructura.

La transmisión es otro de los elementos que hay que modificar para poder enfrentar rutas más complicadas o senderos más agresivos para tu bici de gravel. Por ejemplo, en gravel es recomendable cambiar los platos por unos más pequeños, como un 46/30 o incluso un 42/28. Estos platos te brindarán una relación de marchas más baja, ideal para subir colinas empinadas o pedalear en terrenos difíciles.

También tendrás que ajustar la longitud de la cadena, para poder acomodar los cambios de marcha más bajos.

Los manillares para gravel se caracterizan por tener una forma más ancha y curvada en sus extremos, lo que proporciona una posición de conducción más cómoda y estable en terrenos irregulares. Su principal ventaja es que permite múltiples posiciones de agarre, lo que es especialmente útil en rutas largas.

Si tu bici de carretera tiene frenos de zapata, es importante que hagas el cambio por unos frenos de disco. Estos últimos se caracterizan por ser más potentes y tener un mejor rendimiento. Los terrenos de gravel suelen ser más complicados en épocas de lluvia, por lo que aumentar la potencia de los frenos es necesario. Además, los frenos de disco tienen la enorme ventaja, frente a los de zapata, de no desgastar la llanta con su uso.